Trabas Psicológicas de la Selección: Clasificaremos a un Mundial en el 2021
Soy de los que opinan que esta selección no tiene la culpa de perder una y otra vez. ¿Puedes culpar a alguien a pesar de que fue criado para fracasar? ¿Influyeron los modelos de “estupidización” de los 90 en esa generación?¿Será que nuestra selección está “condenada a perder porque así lo aprendieron?¿A quién le convenía mantener la idea de podredumbre moral en el país?
Aquí algunos alcances:
Viste el partido y luego del minuto 20 comentas en facebook: “arbitro hdp”. Sigues viéndolo y luego aparece la resignación, luego estas con las dudas y la garganta como el Tano Pasman. Así es el futbol. Una suerte de factores jugaron en contra de nuestro equipo de futbol, de nuestra selección blanquirroja, de nuestro equipo de los amores.
¿saben que? Es que nos han hecho creer eso. Tanto apasionamiento lleva a la alienación de pensar que puedes cambiar con tus gritos y lagrimas el destino de un partido de futbol donde no juegas. Es la misma lógica de la metiche en problema ajeno o la señora que va preguntar cómo solucionar el problema del hijo. Piensa y se agarra el lio sin tener vela en el entierro.
Hay otras cosas más. Imagínense provenir de un país pobre, donde tu pago por jugar es apenas la mitad de lo que ganas en otro país. Otro país es donde ejerces la verdadera garra que posees, dribleas, juegas, te sudas porque estas en otra realidad, no es que alienes, es que estas en otro sistema de vida. Hay orden, el estadio es bonito, los hinchas son diferentes, sales luego y te espera una sociedad diferente. Pero cuando juegas en tu país o en el país enemigo (mal llamado clásico del pacifico) recuerdas que te insultan si juegas mal, sales del estadio al mismo barrio donde viviste las penurias de tu niñez. Pocos son los jugadores que vienen de un origen acomodado.
En este país está tu pasado; el compromiso es diferente. Y si estas acostumbrado a fracasar pues lo harás. Por más lógica y más pensamiento positivo, esta generación de futbolistas está destinada a triunfar fuera del país, fuera del lugar donde los temores psicológicos no los detengan como una oleada fría.
Los jugadores que ostentan la camiseta peruana nacieron entre los años 80 y 90s cuando operaban varios factores que malograron nuestra generación, es la generación perdida, una generación a la cual pertenecen también los barras bravas, los locos asesinos de el hincha, los que arrojaron a la universitaria, es decir es una generación perdida por tanta brutalidad engendrada entre el año 85 al 2000. La realidad de la naranja es que esa gente fue criada para fracasar o para conformarse.
Los clásicos del seleccionado que llegaron a México 70 nacieron entre el 50 y 60 y por eso se jactaron de ser el mejor equipo. Era un Perú de post guerra donde salíamos de Odria y Prado, la vida era diferente. El PBI era diferente, no existía la televisión en cada hogar, los muchachos jugaban en la calle libre. En cambio desde los 80 con la masificación de la televisión, los programas basura de los 90, los diarios chicha, el Nintendo, cada vez mas la generación fue reprimiendo su Niño Libre, y se trasformo en Niño Rebelde y Sumiso, ese niño que huye de la libertad porque no sabe que otras cosas hacer. Nuestro seleccionado no sonríe como lo hacía Cubillas cuando mete un gol. Les falta darse Permiso para Disfrutar su Partido. Es como un Varón que está pensando en eyacular rápido para acabar con el estrés de Hacer el amor. Tendrá problemas con la eyaculación precoz y se criticará. Al terminar el “partido” se criticará pensando que pudo durar más. En cambio una persona que se abre a la posibilidad de disfrutar del acto sexual, cambiara de poses, variará el ritmo, y otras cosas más para disfrutar ella misma de el orgasmo. Nos falta ser más “Niños Libres” en campo de juego.
Perú ganaría o al menos clasificaría para un mundial en el año 2021, cuando los muchachos que hoy usan su impulsor “Trata Mas” estén fuera de la selección. Cuando la selección reciba una generación más sana, menos traumada, menos dañada